¿Todavía crees que todos los sindicatos son iguales?
El reciente escándalo de las tarjetas “Black” de BANKIA, que salpica hasta a 82 consejeros entre los que se encuentran destacados e históricos dirigentes de UGT y CCOO junto a conocidos empresarios y políticos, no es un hecho aislado ni un accidente.
Es una enfermedad social y cultural y su nombre es CORRUPCIÓN. Y tiene ya carácter de pandemia.
Este nuevo brote se suma al resto de casos que demuestran que no son episodios aislados, sino síntoma de algo peor. Una infección contagiosa que lleva tiempo instalada en la Sociedad, y que hay que erradicar. El caso de los ERE de Andalucía; los oscuros manejos en los cursos de formación; las
dobles puertas político-sindicales; las diversas fundaciones, verdaderas “cajas negras” de las que viven y se alimentan tantos “vivillos”… en fin, la lista empieza a ser interminable.
El panorama sindical español está lleno de ejemplos del dualismo político/sindical más incongruente e incoherente. Desde el actual Secretario General de UGT, que ocupó escaño en las filas del PSOE
cuando este partido gobernaba y se dedicaba a proponer e imponer sus propias reformas laborales, hasta el que fuera “jefe” de CCOO, Sr. Gutiérrez, que ocupa cargo de responsabilidad en las filas del
PSOE (como buen “comunista”, según él).
Con esta casta que, cambia de chaqueta según les viene, con la mira puesta en algún consejo de dirección de cualquier multinacional, o cualquier asesoría, siempre bien retribuida, o cualquier puesto político…los únicos paganos son los Ciudadanos y Ciudadanas, los Trabajadores y Trabajadoras
No hay que irse lejos para ver cómo, mientras algunos tienen problemas de “adaptación al trabajo”, otros han estado hasta 8, e incluso 19 años de “permiso retribuido” en un régimen especial diseñado sólo para ellos en la misma GM, pagando la multinacional sus salarios mientras prestaban sus servicios a sus respectivos sindicatos, o a quien fuera, que ya se sabe, “el que paga, manda”. A otros “históricos” se les “adapta” un puesto a la carta…y otros, históricamente, no aparecen por su puesto de trabajo cuando legalmente les corresponden 40 horas sindicales al mes.
Mientras tanto, a los trabajadores, nos va como nos va. Si en la ejecutiva de un sindicato estatal, a unos les paga la multinacional y a otros “fraudulentamente” les subvencionamos hasta los vicios y caprichos, ¡que cojones van a querer cambiar!… porque todo esto tiene un precio. Y el precio, como el de las tarjetas “B” lo pagamos los demás, todos y todas. Ésa es la enfermedad.
Así se explica que mientras la gente normal y corriente, los que pagamos sus crisis, estábamos en la calle el 22M porque nos dejan sin Sanidad, Educación, Servicios Sociales… ellos, los líderes, los “agentes sociales”, estaban en la Moncloa almorzando con el señor Rajoy, celebrando otro “acuerdico” más en Formación. Formación que ha estado más de una vez en los tribunales por dilapidar dinero público (de todos y todas).
En CGT pensamos de forma diferente, actuamos de forma diferente, y somos, por tanto, muy diferentes. Nuestros mecanismos internos, Estatutos y Acuerdos, impiden que estas situaciones se puedan dar.
Somos independientes de los partidos políticos; defendemos que la formación debe ser pública, transparente y de calidad; defendemos las decisiones libres,respetando y aceptando siempre los Acuerdos de la Asamblea de Trabajadores.
Contamos con nuestros afiliados y representados y, ante todo, defendemos los intereses de los Trabajadores y Trabajadoras, de toda la Sociedad.