CGT denuncia la temeridad del gobierno en la gestión de incendios
La gestión de los incendios forestales continúa con incumplimientos, inestabilidad y precariedad para el colectivo de bomberos forestales, conductores de autobombas, trabajadores de espacios naturales y vigilantes.
Sin una planificación, sin saber cuándo se comienza a trabajar, ni cuánto tiempo vamos a trabajar, ni cuándo se termina el contrato o deciden despedirnos. Una precarización extrema que de una semana a otra “o te llaman para trabajar o te echan”.
De nuevo un compromiso roto, pese a la prorrogación de los presupuestos y de la disposición presupuestaria, los trabajadores y trabajadoras pagamos la nefasta gestión de la empresa y la ineptitud de los dirigentes políticos ¿A dónde va el dinero?. Así, contribuyen a que no podamos vivir en el medio rural, en su imparable destrucción de servicios públicos en el medio rural, en su abandono; pues el dispositivo de emergencias contra incendios forestales tiene vocación de servicio público. Todo sin olvidar que somos los propios trabajadores y trabajadoras quienes pagamos, con nuestro trabajo en prevención, el dispositivo de extinción a través de fondos europeos.
Pero nos quieren precarios porque desprecian el operativo, porque no quieren prevención ni profesionalización. Lo quieren precario porque así pueden hacer y deshacer a su antojo, porque alimentan el negocio del fuego y porque son verdaderos pirómanos.
Durante el 2018 el mayor número de incendios se produjeron durante el mes de febrero, estamos claramente ante un contexto de desestacionalización de los incendios forestales que ya lleva afectando gravemente al norte de España en los últimos años. Este 2019 hemos tenido unos meses de febrero y marzo secos y de altas temperatura, un contexto de cambio climático que nos exige responsabilidad en vez de temeridad. Estamos ante un riesgo potencial alto de incendios forestales y con un panorama a corto plazo de sufrir grandes incendios forestales que se nos escapan a nuestra capacidad de extinción y fuera de la época de máximo riego y de máxima activación de medios.
Vender después la actuación de muchos medios, entre ellos la ume, resulta una burla, un fraude a la opinión pública desinformada que se deja llevar por los medios de desinformación y propaganda. La única defensa contra grandes incendios es un operativo estable y profesional que actúe en los inicios de cada incendio y no permita que evolucionen a medianos y grandes incendios. En el primer ataque está el éxito y eficacia de nuestro operativo. Una vez convertido en gran incendio nuestra capacidad de extinción es nula. Por ello es vital mantener completa la red de cuadrillas, autobombas y vigilantes, trabajando en su consolidada eficacia en rápidas actuaciones, convirtiendo en pequeños incendios en grandes batallas que pasan inadvertidas pero que evitan desastres mayores. Además, la completa activación permite la prevención con los numerosos trabajos preventivos que las cuadrillas realizan por los montes aragoneses.
Esto, que es evidente, no lo aplica la administración. No es cuestión de dinero, eso es la mayor de las mentiras, la prevención es más económica que la extinción. La extinción es costosa, pone en riesgo bienes y personas, pero es un negocio.
Además un insuficiente operativo expone a mayor riesgo a un incompleto operativo activo, aumentando tiempos de respuesta, menor conocimiento del medio, menores medios y por lo tanto mayor capacidad de evolución a grandes incendios forestales. No hay que olvidar que los incendios forestales son uno de los mayores riesgos a los que nos enfrentamos en Aragón y numerosos profesionales viven de ello y no se merecen tanto desprecio, mentiras, incumplimientos, precariedad…
La temeridad es injustificable
19 de marzo del 2019. Hace ocho años que fallecieron en accidente de helicóptero los compañeros de la helitransportada de Alcorisa. ¡Siempre con nosotros y nosotras!