La Justicia en España; atada y bien atada
Aberrante desde el punto de vista histórico es como se debe calificar el auto del Tribunal Supremo que paraliza la exhumación de Franco. Aberrante y manipuladora ya que define a Franco como Jefe del Estado desde octubre de 1936 ignorando la realidad histórica de que el único Estado legal, y democrático, existente desde las llegada de la II República hasta el fin de la Guerra Civil fue el resultante de las elecciones democráticas de febrero de 1936 con Azaña como jefe de la República.
EL 18 de julio de 1936, un grupo de Generales del ejército español, apoyados por las potencias fascistas lideradas por Mussolini y Hitler, se levantan en armas contra la democracia española encarnada en la Segunda República y representada en ese momento por la coalición del Frente Popular que ha resultado vencedor en las elecciones de ese mismo año. El golpe de estado no triunfa totalmente y los insurrectos se niegan a deponer las armas que han levantado contra la soberanía popular. Antes al contrario, inician una sangrienta guerra de conquista donde la eliminación total del adversario es considerada fundamental. En un momento dado, el general Franco asume todos los poderes de los sublevados y dirige el ejército rebelde hasta el final de la guerra.
Ante la gravedad del reconocimiento de Francisco Franco como Jefe del Estado Español desde el 1 de octubre de 1936, los y las docentes de Historia decimos:
1. Es mentira. Existía un gobierno legítimo que había salido de las urnas y que resistía a los golpistas.
2. Es una vergüenza que la más alta instancia judicial reconozca a un dictador fascista que acabó con la democracia en España
3. Este tipo de actos por parte de una de las más importantes instituciones del Estado nos hace recordar las palabras del dictador «atado y bien atado» ¿Donde está la calidad democrática de esta justicia?