La desinformación, un problema para más de la mitad de los estudiantes

La desinformación, un problema para más de la mitad de los estudiantes

Un nuevo módulo del informe PISA advierte que el 54% de los jóvenes de 15 años de España no ha recibido formación en sus centros educativos para detectar contenidos sesgados y parciales.

CTXT

Decenas de miles de fuentes en línea, información sin contrastar que vuela por las redes sociales u opiniones que se hacen pasar por hechos. El fenómeno de la desinformación y las fake news nunca ha sido ajeno al mundo educativo, pero los estudiantes todavía no cuentan con las herramientas suficientes para enfrentarse a esta realidad volátil que ha tomando un nuevo impulso con la llegada de la pandemia y las teorías de la conspiración. Esto es lo que se puede deducir del último módulo temático del informe PISA que ha publicado la OCDE, donde se asegura que más de la mitad de los estudiantes españoles (54%) no ha recibido formación en sus centros escolares para identificar contenidos sesgados, subjetivos o parciales.

Esta cifra sitúa a España en la parte baja de la organización internacional de estados desarrollados, donde de media el porcentaje de jóvenes de 15 años a los que todavía no se ha enseñado a detectar la información parcial es del 46%, ocho puntos inferior que en nuestro país.

“A medida que el debate internacional se centra en los trolls extranjeros y los teóricos de la conspiración, también es el momento de integrar una nueva alfabetización digital en el aprendizaje y la enseñanza que garantice su independencia de la influencia partidista y comercial”, asegura el extenso documento de la OCDE, donde se incluyen más resultados que apuntan a que todavía quedan importantes bolsas de estudiantes sin formación en un ámbito, el de la educación digital, en el que España se sitúa por debajo de la media en la mayoría de indicadores.

De esta forma, un 69,3% de los estudiantes de la OCDE asegura que sus centros educativos les enseñan conocimientos para decidir si confiar en la información que aparece en internet, mientras que en España este porcentaje es cerca de dos puntos inferior. Por su parte, el informe también señala que 62,6% de los jóvenes de 15 años del conjunto de países desarrollados ha recibido formación sobre el uso de múltiples fuentes a la hora de realizar sus tareas, un ratio que en nuestro país solo llega al 58%.

Los resultados de España son mucho más positivos cuando se trata de formar a los jóvenes en el uso de las redes sociales: más de un 82% de los estudiantes de nuestro país han recibido enseñanzas educativas sobre las implicaciones y las consecuencias de hacer públicos ciertos contenidos en plataformas como Facebook o Twitter. En el conjunto de la OCDE, el porcentaje es del 75,8%.

El módulo sobre competencias digitales del informe PISA no solo muestra unas diferencias importantes entre países a la hora de educar sobre desinformación y fake news. También existen importantes niveles de desigualdad en la sensibilidad que demuestran los alumnos de entornos favorecidos y desfavorecidos ante este fenómeno cada vez más extendido.

Salvo en los casos en los que la formación está relacionada con el uso y el funcionamiento de los buscadores de internet, los jóvenes pertenecientes al 20% más rico de la población tiene una ventaja considerable, de hasta ocho puntos, cuando se trata de detectar información sesgada y de distinguir entre los hechos de las opiniones.

Junto a esto, el informe de la organización también reserva un espacio importante a las estadísticas sobre hábitos y rendimiento en la lectura o a los niveles de acceso a internet para desarrollar actividades educativas o escolares. En el primer caso, las cifras destacan, por ejemplo, que un 22,5% de los estudiantes de España asegura que leer es una pérdida de tiempo, mientras que cerca de un 36% lo considera uno de sus hobbies favoritos. Pese a este balance, los resultados de rendimiento escolar en lectura de nuestro país en lectura se sitúan, como ocurre con muchos otros indicadores PISA, por debajo de la media de la OCDE.

En el caso del acceso a internet y a dispositivos electrónicos con fines educativos, una circunstancia que durante los meses de confinamiento y crisis pandémica se ha vuelto de especial relevancia, los datos recopilados en el informe de la organización internacional revelan que, pese a que el acceso a la red prácticamente se ha universalizado en los hogares españoles, el porcentaje estudiantes que disponen de un ordenador para poder realizar tareas escolares en casa ha descendido hasta dos puntos entre 2009 (93,4%) y 2018 (91,4%).

Este artículo fue originalmente publicado en ctxt.es

CGT Enseñanza Aragón

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