El mito de la Reconquista y la visión tradicional de España aún perviven en los manuales de bachillerato

El mito de la Reconquista y la visión tradicional de España aún perviven en los manuales de bachillerato

Dos investigadores analizan una treintena de libros de texto desde la Transición a nuestros días y certifican que los avances de la historiografía crítica apenas permean los centros escolares.

ARISTÓTELES MORENO

La Reconquista sigue siendo un «mito de gran calado»  en los libros de texto de cientos de miles de escolares. Esa es la conclusión principal del investigador David Vélez, autor de un estudio publicado en la revista digital Al Andalus y la Historia bajo el título de La «Reconquista» en bachillerato según los libros de historia de España. La historiografía crítica que ha renovado en los últimos años los estudios medievales ha experimentado significativos avances, pero todavía no se reflejan en los manuales escolares.

«Aún queda mucho por hacer para superar los mitos y estereotipos arraigados en la historiografía escolar española», sostiene el autor en sus conclusiones. Y advierte: «Solo a través de una educación histórica rigurosa y plural se podrá avanzar hacia una comprensión más completa y reflexiva de la historia de España».

David Vélez recuerda que la historia se ha utilizado secularmente como instrumento para forjar la «identidad colectiva» y los libros de texto han constituido un «recurso fundamental» en este proceso. Por esa razón, los manuales escolares promulgados por los países han contribuido decisivamente a la «construcción de la identidad nacional«.

En el caso español, argumenta el investigador, la construcción del imaginario histórico ha perpetuado un relato identitario desde la Edad Antigua basado en el «enaltecimiento de gestas míticas y héroes nacionales», desde Numancia a Covadonga, pasando por las Navas de Tolosa, Viriato, Pelayo y los Reyes Católicos.

Una de las fuentes recurrentes del relato de la Reconquista ha sido Claudio Sánchez Albornoz, autor del influyente España, un enigma histórico, donde presenta al mito como «lucha nacional» iniciada tras la victoria de Covadonga y concluida con la toma de Granada y la expulsión de los musulmanes en 1492. Esa idea perfilada por Albornoz ha perdurado en muchos manuales que se siguen usando hoy, según indica David Vélez. José Antonio Maravall, en su obra El concepto de España en la Edad Media, también ha sido un referente de los manuales de Geografía e Historia hasta los años noventa. Bajo su prisma, los árabes «carecían del concepto de España» mientras que para los cristianos era una idea que «obliga» y estrechamente vinculada con la visión «excluyente de Al Andalus». La conquista árabe fue, por lo tanto, un «accidente» que alteraba el «proceso de unificación nacional».

Hasta el año 1978 no apareció una perspectiva crítica del concepto de «Reconquista», de la mano de Abilio Barbero y Marcelo Vigil, autores de La formación del feudalismo en la Península Ibérica. Su análisis empezó a penetrar lentamente en los libros de texto, señala el investigador onubense. «Fue una revolución en los estudios medievales», argumenta David Vélez en conversación telefónica. «La obra hace una crítica a la búsqueda esencialista del germen de España». Otro libro innovador en los años setenta fue el firmado por Pierre Guichard bajo el título de Al Andalus. Estructura antropológica de una sociedad islámica en Occidente.

Ya a finales del siglo XX, se publicaron nuevos trabajos académicos que revisaban igualmente el término de «Reconquista». Para Alejandro García Sanjuán, catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Huelva, la noción está ligada a «sectores académicos y políticos que sustentan el nacionalismo español». Martín Ríos Saloma, Ramón López Facal, Carlos de Ayala y Francisco García Fitz aportan una nueva perspectiva del mito nacional por excelencia.

Jorge Sáiz, medievalista y doctor en didáctica, también ha estudiado profusamente los manuales escolares de historia. Y avisa: «Hay que diferenciar el discurso académico científico del discurso escolar». Para el experto, el problema se produce cuando el alumnado y un profesorado sin suficiente formación didáctica e historiográfica hacen una lectura «esencialista» del término Reconquista.

Hoy día, en su opinión, es una minoría residual la que defiende esa «visión identitaria» más vinculada a discursos en sintonía con el «actual fascismo español». Sáiz admite que aún persiste una «cultura nacionalizada» sostenida en «determinados tópicos» que no ha sido impugnada por el gran público y que ciertas corrientes del nacionalismo español y VOX la está relanzando en los últimos años. «Los libros de texto sí pueden recoger en algunos casos términos como Reconquista y no siempre incorporan actividades que permitan una lectura crítica».

Sáiz alerta de la expansión de los seudohistoriadores. «Contra esos discursos populistas, imperiales y nacionalcatólicos, la escuela debe cumplir una función. Yo defiendo que haya una educación histórica crítica por parte del docente», subraya el profesor de la Universidad de Valencia. «Las palabras no son inocuas», agrega. «Hablar de imperio español o hablar de Reconquista son cuestiones complejas que la historiografía más actualizada ha sometido a crítica».

Por lo general, en los libros de texto, Al Andalus aparece infrarrepresentada. «Siempre tiene una visión secundaria. No más del 20% del espacio dedicado a historia». Y muchos alumnos bajo la influencia de las redes sociales y el discurso nacionalista español llegan a las aulas asumiendo que la Reconquista fue un «proyecto de liberación nacional».

Este artículo fue originalmente publicado en eldiario.es

CGT Enseñanza Aragón

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