CGT dice NO a los privilegios de la Religión Católica

CGT dice NO a los privilegios de la Religión Católica

En 2015, el Departamento de Educación del Gobierno de Aragón establecía mediante una orden que la materia de Religión pasaba de 90 minutos a 45 en la etapa de primaria. Tras una demanda de varios obispados aragoneses, el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) suspendía como medida cautelar este recorte horario. Se iniciaba un periplo judicial de 4 años en los que diversas demandas, medidas cautelares y sentencias han ido modificando los horarios de los centros de infantil y primaria aragoneses. Hasta el presente curso en que los tribunales han avalado la reducción a 45 minutos.

Es evidente que, al reducirse su carga horaria, hace falta menos profesorado o que se les contrate por menos horas. Tomar medidas en esta dirección, que parecen de sentido común y que se han aplicado al resto de profesorado, con el de Religión no está pasando. Desde 2015, cuando en Andalucía se redujo el horario de Religión a 45 minutos de manera efectiva, el Ministerio de Educación ha mantenido el mismo contrato a dicho profesorado, con el mismo horario y retribuciones, a pesar de que en buena parte de ese horario no realizan ninguna labor docente. Es decir, siguen cobrando por horas de clase que llevan años sin impartir.

Que esta situación continúe es lo que han pedido cuatro sindicatos al Gobierno de Aragón para el profesorado de Religión; uno de ellos CSIF, autoproclamado defensor de la escuela pública. Quieren que en Aragón también se mantengan los actuales contratos del profesorado encargado de la materia. Esto, para empezar, no es competencia de la DGA sino de quien hace los contratos y paga sus salarios: el Ministerio de Educación.

CSIF pide que la asignatura de Religión tenga unas ratios más reducidas que el resto de materias para que el número de profesorado necesario para impartir las clases no disminuya. Es decir, donde hay un grupo de 22 alumnos hacer dos de once. Esto es un agravio comparativo flagrante con el resto del profesorado de la escuela pública. Efectivamente, es necesario destinar recursos a la escuela pública para bajar ratios, pero resulta indecente solicitarlo solo en la materia de Religión y en esas proporciones.

Otra propuesta de CSIF para el profesorado de Religión, que está nombrado a dedo por los obispados, es que se le atribuyan otras actividades como ayudar en las bibliotecas, control de recreos, apoyo a las diferentes coordinaciones o proyectos de innovación… Desde CGT entendemos que la solución a este conflicto laboral no puede ser a costa del resto del profesorado de la escuela pública, ya que asignar al profesorado de Religión católica tareas que son propias del resto del profesorado del centro podría implicar la reducción del número de docentes que, estos sí, han pasado por un proceso público y transparente de selección.

Tampoco parece una solución viable que se contrate con dinero público personal docente que no tiene tareas asignadas. Incluso se podría aducir que es un fraude. Por tanto, desde CGT exigimos al Gobierno de Aragón que se niegue a las propuestas de los sindicatos CSIF, ANPE, USO y Apprece de permitir tareas impropias del profesorado de Religión por las posibles consecuencias negativas que puedan tener para el resto del profesorado, así como a reducir las ratios en dicha materia para mantener su carga horaria por el agravio comparativo que supondría. El profesorado de Religión católica tiene sus derechos como cualquier otro trabajador, pero también como cualquier otro trabajador está expuesto a que una modificación de su carga potencial de trabajo modifique su contrato laboral sin que ello suponga un perjuicio para el resto del profesorado.

La oposición a la presencia de la asignatura de Religión dentro de la escuela pública es una cuestión que tiene un claro consenso entre el profesorado de dicha escuela pública, y también entre toda la comunidad educativa. Es hora de abordar la salida definitiva del adoctrinamiento religioso del currículo escolar. Tratar de ampliar los privilegios con los que el profesorado de Religión accede y desarrolla su labor docente no parece ser la mejor manera de hacerlo.

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Un comentario en «CGT dice NO a los privilegios de la Religión Católica»

  1. CGT dice NO a los privilegios de la Religión Católica
    La demanda de religión por parte del alumnado obedece en un 90% de los casos a la seguridad de obtener un 10 sin hacer trabajo alguno. Creo que es un absurdo mantener una asignatura que cuesta una enorme cantidad de dinero público y que no aporta contenido curricular alguno. De hecho, no he visto nunca una programación de religión ni los criterios de evaluación que emplean.

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