Al recreo, núm. 282. ¿Quo vadis Departamento? ¿Quo vadis compañeros?

Quo vadis Departamento? ¿Quo vadis compañeros?

Estamos afrontando los cursos escolares más complicados y complejos desde hace décadas. Un periodo marcado por la incertidumbre personal y profesional, y que ha supuesto la novedad de la enseñanza telemática. Lo cierto es que docentes y familias desean una vuelta a la docencia presencial, como instrumento de conciliación, pero también como garantía de aprendizaje y de igualdad de oportunidades educativas.

Ese debería de haber sido el objetivo principal de la administración a partir de mayo: planificar de la mejor manera un inicio de curso que garantizara la seguridad sanitaria y la presencialidad. Pero la pandemia no ha hecho sino evidenciar la incompetencia del Departamento de Educación. Ya lo hizo durante unos meses de estado de alarma repletos de medidas improvisadas. Pero lo más grave es que Lambán y Faci renunciaron a cualquier posibilidad de enmienda durante los meses de verano, cuando demostraron un escaso empeño en organizar de manera segura el inicio del curso 2020-2021. Durante esos meses claves, el Departamento desoyó a sindicatos, asociaciones de docentes y organismos sanitarios, mostró una nula voluntad de alcanzar acuerdos con los sindicatos, y convirtió las Mesas técnicas y sectoriales en meras “ruedas de prensa sindicales”. El Departamento apostó sus cartas a una normalidad ilusoria, pese a que las propuestas de CGT fueran numerosas y alertaran sobre la insuficiencia de las medidas impulsadas por Faci. La indolencia del departamento ha sido tal, que nos obligó a denunciar al Departamento ante Inspección de Trabajo.

Sólo cuando la realidad les ha alcanzado (¡25 de agosto!), la administración ha hecho el amago de aplicar tibiamente algunas medidas (jornada continua en Infantil y Primaria), y todo ello con una marcada improvisación que ha generado confusión y retrasos en las adjudicaciones de vacantes. Ahora, 25 de agosto (¡!) con las urgencias de la situación sanitaria, con el desasosiego de las familias y la incertidumbre del profesorado, el Departamento dio a conocer oralmente en la Mesa Sectorial un “Acuerdo sobre inicio de curso escolar escenario 2”: medio folio con tres puntos generales sin ningún tipo de datos adicionales y sin mayor concreción, y ausente en el orden del día. Si no fuera por el preocupante escenario de inicio de curso hablaríamos de una boutade más, de la penúltima ocurrencia del Departamento que dirige Faci. Lamentablemente la situación no admite ni un ápice de humor.

Y como la escasa cultura democrática del Consejero confunde consenso con asentimiento, la Dirección General de Personal -sin tan siquiera ruborizarse- ha ofrecido el medio folio de acuerdo a la firma de los sindicatos. Firmar un acuerdo de estas características, sin concreción ni datos, no es sino firmar un cheque en blanco con una administración que ha mostrado altas dosis de incompetencia y un escaso aprecio a la comunidad educativa, falseando promesas electorales, acuerdos y programas. Y como corolario de despropósitos, la administración ha establecido una Mesa de Seguimiento para excluir a los sindicatos que no suscriban a ciegas las propuestas de la Administración.

Los sindicatos firmantes CSIF, CCOO y UGT han optado por la vía de situarse al margen de la racionalidad y acompañar al Departamento en su gestión irresponsable. Porque las insuficientes y parciales medidas del “acuerdo” no recogen nada más que derechos y garantías ya presentes en la legislación laboral y que la administración debe legalmente cumplir. Es más, ni tan siquiera garantizan la mascarilla FFP2 para el personal docente y siguen poniendo en riesgo la seguridad del personal vulnerable (“Tratamiento especial dependiendo del número y características” [sic]). Las ratios han sido disminuidas muy ligeramente -con cálculos “muy optimistas” al incluir la semipresencialidad- pero, en cualquier caso, el incremento de docentes es de unos 350, cifra ridícula sobre el conjunto del colectivo docente.

Y todo ello sin ninguna concreción, cálculo o planificación detallada. Un brindis al sol, un “medio folio” de circunstancias para ofrecer un espejismo de actividad. Un espejismo peligroso que, al seguir su estela, pueden derivar en denuncias penales: simplemente hay que leer el artículo 316 del Código Penal: “Los que con infracción de las normas de prevención de riesgos laborales y estando legalmente obligados, no faciliten los medios necesarios para que los trabajadores desempeñen su actividad con las medidas de seguridad e higiene adecuadas, de forma que pongan así en peligro grave su vida, salud o integridad física, serán castigados con las penas de prisión de seis meses a tres años y multa de seis a doce meses”.

Los sindicatos no estamos para enjabonar la gestión de políticos insensatos y tampoco para servir de coartada a políticas sin rumbo. No vamos a participar en ceremonias de la confusión, ni ser cómplices de las ilegalidades e incapacidades del Departamento. CGT no lo hará. La educación es demasiado importante para juegos partidistas y políticos irresponsables.

Necesitamos los medios para una vuelta segura a la escuela.

Y vamos tarde.

 

CGT

CGT

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