¿Qué se puede esperar en materia de educación del nuevo gobierno?

Jorge Calderón

En el acuerdo programático que han firmado ambos partidos, las medidas referidas a educación son escasas, poco concretas y completamente insuficientes.

Su medida estrella es la aprobación de una Ley Básica de Educación, consensuada con el resto de partidos, que derogue la actual Ley de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) aprobada por el gobierno de Rajoy. Indican en el texto consensuado que esto lo hacen para «revertir las consecuencias negativas de la misma y blindar la educación pública como eje vertebrador del sistema educativo».

Sin embargo en el año que Pedro Sánchez ha gobernado con el apoyo externo de Unidas Podemos no ha hecho nada por eliminar aspecto alguno de esta contrarreforma educativa realizada por la derecha. Además, si repasamos la reciente historia de los gobiernos socialistas de Zapatero o la más antigua de los gobiernos de González, ninguna de sus reformas educativas han apostado claramente por una educación pública, laica y gratuita al servicio de la clase trabajadora.

¿Una educación inclusiva e igualitaria con la concertada y la religión?

Por mucho que el texto incida en que lo que se pretende es construir una escuela inclusiva e igualitaria basada en la «educación afectivo-sexual», este objetivo se torna imposible de llevar a cabo manteniendo la escuela concertada y la presencia de la religión católica, o cualquier otra, en la escuela pública. Porque el acuerdo deja claro que se van a respetar los acuerdos con la Santa Sede, y la educación privada, mayoritariamente en manos de la Iglesia, va a seguir recibiendo (a través del modelo concertado) millones de euros de dinero público.

Las únicas medidas limitadas que plantean es que impedirán la segregación educativa por razón de sexo en los centros sostenidos con fondos públicos y que la asignatura de religión será de carácter voluntario para los estudiantes, sin que haya una asignatura alternativa ni la nota sea computable a efectos académicos.

La FP seguirá siendo una cantera de trabajo gratuito para la patronal

El tema de la Formación Profesional (FP), es donde se ve más claramente como Unidas Podemos ha renunciado a cambio del gobierno de coalición a los aspectos más progresivos que contení­a en materia educativa su programa electoral.

En el mismo decí­a claramente como apostaba por eliminar la FP Dual y crear un sistema de formación profesional, exclusivamente público, con prácticas remuneradas y una vigilancia que evite los abusos patronales. Ahora ni una palabra de todo esto. Es decir, está de acuerdo con el PSOE en mantener un sistema dual donde las empresas privadas dicen qué estudiar, cómo hacerlo y eligen a los estudiantes para que trabajen de forma gratuita en sus empresas.

Se mantiene una educación elitista y con pocos recursos

En cuanto a la financiación y a la dotación de recursos que mejoren la calidad de la educación pública, esta vuelve a ser absolutamente insuficiente. El texto firmado por ambas formaciones señala que «incrementaremos los recursos públicos destinados a la educación y becas. Hasta situar la inversión educativa en España en un 5% del PIB en el año 2025». Esto, además de ser una apuesta muy a largo plazo, queda aún lejos del 7% del PIB que recomiendan destinar organizaciones internacionales, tan poco sospechas de ser progresistas, como la OCDE.

Vemos que las promesas educativas del nuevo gobierno, en cuanto a la educación no universitaria se refiere, quedan muy lejos de ser lo que se necesita. Pero si hablamos de la educación universitaria la cosa no mejora, sino todo lo contrario. Como ha dejado claro el nuevo ministro de Universidades, propuesto por UP, Manuel Castells, su modelo universitario es el elitista y neoliberal de EE.UU.

Por una educación pública, gratuita, laica, democrática y de calidad al servicio de la clase trabajadora

La polí­tica de este gobierno está basada en la defensa de un modelo de educación elitista, privatizador, excluyente y puesto al servicio de la patronal. El mismo modelo que lleva años defendiendo el PSOE y que ahora también defiende Unidas Podemos.

Por ello, ahora es más necesario que nunca que toda la comunidad educativa (alumnado, docentes, trabajadores no docentes y familias), nos unamos para volver a salir a las calles, como hicimos contra las reformas educativas del PP.

Nosotros y nosotras cuestionamos el actual sistema educativo al servicio de seguir reproduciendo la sociedad capitalista. Nuestra pelea va mucho más allá de poner «parches» al actual sistema educativo como propone el nuevo gobierno. Apostamos por romper y cambiar radicalmente el actual modelo. El mismo está basado, desde infantil hasta los estudios superiores, en perpetuar el modelo de explotación capitalista. Nos educan a ser competitivos, respetar la autoridad, a no pensar ni criticar al poder, en definitiva, a ser «buenos trabajadores y trabajadoras» que no protestemos y nos dediquemos a trabajar.

Esto es lo que queremos derribar para implantar un sistema educativo y una sociedad que rompa con estas cadenas de explotación y esté puesto al servicio de las necesidades de la clase trabajadora y los sectores populares.

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