Alejandra Ntutumu: “Si no cuentas la diversidad del mundo en el que vives, estás faltando a la verdad”

Alejandra Ntutumu: “Si no cuentas la diversidad del mundo en el que vives, estás faltando a la verdad”

Alejandra Ntutumu busca romper la historia única introduciendo nuevos referentes culturales “para poder construir un nuevo paradigma educativo antirracista”.

ELENA GARCÍA

Ingeniera de Telecomunicaciones, nacida en Murcia, de padre murciano y madre ecuatoguineana, Alejandra Ntutumu es fundadora del proyecto de transformación educativa antirracista Potopoto, con el que pretende “ensuciar los referentes culturales de nuestros niños y niñas para poder construir un nuevo paradigma educativo antirracista”.

Forma parte de CNNAE Murcia (Comunidad Africana y Afrodescendiente en España), la FaAM (la Federación de Asociaciones Africanas de Murcia), African Projects y está vinculada con AfroFem Koop.

Hablamos con ella sobre la necesidad de educar a los y las docentes en el antirracismo, la importancia de referentes para la infancia afro y el legado que supone la tradición oral africana, que intenta visibilizar a través de su proyecto.

¿Por qué crees importante visibilizar el apellido de tu madre?
Al final me autodefino como afroespañola o afrodescendiente, mis padres se separaron cuando yo era muy pequeña y me he criado casi exclusivamente con mi madre. Ella ha sido mi referente, la mujer que soy hoy se lo debo bastante a mi madre porque, al final, ha sido la que nos ha criado y nos ha educado. Nací en un pueblito de Murcia, Cobatillas, donde obviamente no habían visto una persona negra en su vida, había siempre un sentimiento de exclusión ahí, aunque yo era muy pequeña. Mi madre me contaba que cuando estaba en el pueblo los niños se le acercaban para tocarle la piel y ver si manchaba.

Luego, cuando me vine a Murcia, se repetía un poco la misma situación. Mi madre nos contaba historias de Guinea Ecuatorial, historias de su infancia y cuentos y eso nos permitía encontrar esos referentes que no podíamos encontrar en nuestro entorno habitual porque siempre éramos las ajenas, las extrañas, aun habiendo nacido aquí.

Entiendo, por lo que me estás diciendo, que tu madre ha debido ser un gran referente en tu vida.
Sí, cuando asistes a la escuela y no te aprendes a ti misma, cuando no estás siendo parte de esa historia que está siendo contada porque o bien eres invisible o bien apareces representada en base a lo que ya sabemos, esclavitud, evangelización, colonización, ¿al final qué vas a pensar que eres tú o qué representación vas a tener de ti misma? ¿Cómo vas a aprenderte a ti misma? Vas a tener una distorsión de lo que eres y ya existen estudios que lo confirman. Aparece lo que se llama alineación simbólica. La sociedad en sí misma, la aparición en medios, en publicidad, en los libros de texto es algo simbólico porque supone la representación de un grupo social, pero tiene un efecto en la construcción que haces de ti misma, que es la primera de las competencias básicas cuando se está creciendo: reconocerme a mí y reconocerme a mí en el mundo, en un contexto.

Si tú no tienes una referencia o algo con lo que te puedas identificar, ¿qué puedes creer que puedes llegar a ser? Nada. Nada o algo insignificante. Y se produce ese alineamiento de: “No soy importante” o bien “soy horrible” o “soy fea”. Yo, de pequeña, me sentía fea y eso lo he comentado con otras personas afrodescendientes. También sentía que estaba ahí, pero no era importante porque lo que yo veía de mí era algo que no me gustaba. En ese sentido, mi madre era un refuerzo. Me contaba cómo vivía con su familia, cuando se bañaba en el río con toda su familia, me acercaba a un entorno abierto, de tíos, de tías, de abuelos, de abuelas, de historias que se contaban al caer el Sol… Puede ser que fuese una imagen un poco idílica, pero esa historia y ese cuento era lo que yo necesitaba escuchar porque todo lo demás era tan negativo, tan estereotipado y tan supeditado al “no tienes derecho a ser” que al final tú quieres ser el otro. Es horrible pensar que un niño o una niña tenga esas sensaciones.

Imagino que de esa ausencia de referentes en la infancia, de esa realidad de que los niños y las niñas afrodescendientes no lleguemos a reconocernos y queramos ser otros y otras y de los cuentos que tu madre te contaba, nace el proyecto Potopoto.
Mi madre siempre nos decía que “las historias pequeñas son las que hacen el mundo grande”. Esta necesidad que yo detecté desde edades tempranas y que creo que todas las personas afrodescendientes o pertenecientes a minorías han vivido en sus propias carnes es la que intentamos cubrir.

Soy Ingeniera de Telecomunicaciones, he trabajado siempre en contextos sociales, pero no vengo del ámbito educativo. En un momento de mi vida, regresé a Murcia y creo que esa vuelta al origen fue lo que me hizo poner en marcha este proyecto. Volví a esas historias que mi madre me contaba. Siempre mi sueño había sido visibilizarlo, darle valor y hacerlo llegar al gran público, porque al final eso nos permite a nosotros reconstruirnos y reconstruir nuestras memorias. Esos referentes que no somos capaces de encontrar en los libros de texto, en los medios de comunicación. Porque tan malo es no aparecer representado como aparecer mal representado, que es lo que se llama estereotipo.

¿Qué significa Potopoto y cuál es la idea que hay detrás?
Nos definimos como un proyecto editorial socio-educativo que tiene como fin educar en la diversidad y empoderar a nuestra comunidad, la comunidad afro y afrodescendiente.

¿Por qué Potopoto? Primero me recuerda a Poti Poti, unos muñecos que había cuando era pequeña y que me encantaban, o sea que de alguna manera se vincula también a mi infancia y mi origen afroespañol. También es una palabra que se utiliza en Guinea Ecuatorial y en otros países africanos, viene del pichi, el inglés mezclado con el idioma original, y significa barro. Me gusta porque se relaciona con la idea del barro que se forma cuando hay lluvia torrencial en los países con clima tropical y representa nuestro propósito principal: ensuciar los referentes culturales de nuestros niños y niñas para poder construir un nuevo paradigma educativo antirracista. Romper con esa historia única, con ese estereotipo, con esa mala representación que existe.

Para ello, quiero utilizar el cuento africano adaptado, esas historias que mi madre me contaba, porque creo que es una herramienta que va a permitir poner en valor ese legado de la humanidad que es la tradición oral, que en África tiene un valor importantísimo y que vincula generaciones. Quiero adaptarlo, visibilizarlo y hacerlo llegar. Creo que ese proceso de adaptación marca también mi recorrido vital, porque al final las historias se transforman y se adaptan a los contextos.

¿Qué tipo de actividades lleváis a cabo entonces en Potopoto?
Editamos esos cuentos africanos adaptados para niños y niñas y los visibilizamos a través de nuestra página web. Esa es una de nuestras líneas de acción.

Otra es dar talleres y seminarios para educar en la diversidad, tanto formación a formadores como a los propios docentes que siguen sin ser conscientes de que la historia que están contando es la historia única y se están dejando de lado otras muchas historias que también tienen valor y que forman parte también de esta sociedad. Hay que conseguir un discurso polifónico en una sociedad que ya es diversa y que lo va a seguir siendo, le pese a quien le pese.

Como tercera línea de acción, visibilizamos recursos educativos diversos producidos desde la propia comunidad afro y afrodescendiente. Desde la propia comunidad ya se están haciendo cosas, por eso es muy importante visibilizarlas y valorarlas.

Hablando de los y las docentes, ¿por qué te parece importante que incluyan esas otras historias?
Al final es todo parte del mismo discurso. Tú puedes ser profesor y te pueden haber enseñado a dar determinada materia, pero siempre desde esa mirada sesgada, desde ese único relato del que habla Chimamanda Ngozie Adichie. Siempre la menciono porque me parece que es una manera de sintetizar la problemática brillante, en esa charla Chimamanda explica muy bien cómo el relato único crea estereotipos y el problema con los estereotipos no es que sean falsos, sino que son incompletos porque convierten un relato en el único relato.

¿Hay muchos migrantes que han llegado a España en patera? Sí, los hay. ¿Quiere eso decir que todas las personas migrantes que hay en España han llegado en patera? No, por ejemplo, mi madre llegó a España con DNI español.

Cuando se reproduce siempre ese mismo relato, no somos conscientes de esas otras historias que pueden romper las narrativas únicas. Además, yo creo que interesa que esas narrativas se sigan reproduciendo porque al final no olvidemos que es una parte de la sociedad quien decide cómo es la otra parte. Y eso es poder, refleja muy bien la situación actual de poder.

Los docentes van a la Universidad, les enseñan a impartir una determinada materia, pero no les enseñan esa otra mirada y al final siguen alimentando el mismo relato. Cuando, además, tú tienes un libro de historia en las manos donde no cuenta la historia de Afro España, la historia de esos referentes que formaron parte de la sociedad española, que están completamente invisibilizados en los libros de texto, como Juan de Pareja o cirujanos trans que fueron pioneros en Europa como Eleno.

Yo siempre digo lo mismo: si no cuentas la diversidad del mundo en el que vives, estás faltando a la verdad, y eso es peligroso porque forma parte de un sistema racista que sigues alimentando.

Vuestros valores son representación, diversidad, identidad, empoderamiento, comunidad y compromiso, ¿qué significan estas palabras para la infancia afro?
Me parecen los pilares para construir seres libres y felices que no quieran ser el otro. Que no sean capaces de pensar ni decir “quiero ser el otro, no me gusto, soy feo, quiero cambiar mi pelo”.

Representación es que todos los niños, niñas y niñes se puedan ver representados.

Empoderamiento es favorecer la justicia cognitiva, romper con ese relato único para mostrar la verdad del mundo en que vivimos, que esta sociedad es lo que es gracias a la diversidad y a la contribución de todas las personas que formamos parte de ella.

Identidad es identificarnos, reconocernos y amarnos. Resolver esos conflictos de las memorias porque tenemos, como decía Dorothy, que “buscar el camino de baldosas amarillas”. Nos han ido borrando las huellas para que llegues a pensar que las personas afro nunca han hecho nada, nunca han contribuido en la historia, son unos salvajes que están ahí, que han sido colonizados, evangelizados, esclavizados y poco más.

Compromiso es el compromiso que tenemos de cambiar el paradigma educativo y convertirlo en un paradigma antirracista.

Diversidad es mostrar que lo afro es bello y que es un valor de la sociedad, no algo que tengamos que destruir sino visibilizar y amar porque es el camino para construir una sociedad mejor.

Comunidad es importantísimo, es por eso por lo que también estamos en CNAAE y colaborando con otros agentes sociales, porque nos hacemos más fuertes cuando nos unimos. Queremos colaborar con la comunidad para visibilizar también todos esos proyectos que también hay.

¿Qué publicaciones tenéis o en cuáles estáis pensando?
A finales de este año queremos hacer una publicación nueva de cuentos africanos que voy publicando normalmente en la página web de forma periódica. Son cuentos adaptados, la mayoría de Guinea Ecuatorial, pero también hay de Nigeria, Ghana o Senegal. También queremos colaborar con otras entidades para hacer audiocuentos. La idea del audiocuento me parece preciosa.

Ya tenéis algunos audiocuentos, ¿no?
Sí, tenemos una publicación tanto en papel como en audiocuento, El viaje de Ilombe, y hemos hecho una colaboración con la elaboración del texto de La historia de Awa escrita por Camila Monasterio.

El viaje de Ilombe es una historia original basada en cuentos tradicionales de Guinea Ecuatorial. Cuando vas leyendo el libro son pasajes, es como una obra teatral porque al final los cuentos africanos tradicionales son obras teatrales. Todo el libro es un homenaje a la cultura ecuatoguineana. Ilombe es el nombre de la protagonista y hace honor a Raquel Ilombe que fue la primera escritora de literatura infantil de Guinea, también dentro del libro hay un pequeño glosario de palabras fang, guiños a comidas como la salsa de cacahuete, aparecen los animales típicos de los cuentos fang y también la importancia de la familia, que es fundamental en los cuentos bubis. El audiocuento lo narra Manoliño Nguema, es un referente de la cultura ecuatoguineana.

La historia de Awa habla de esa historia que todos los afrodescendientes de alguna forma hemos vivido. Es la historia de una niña mestiza que desde el momento de nacer se enfrenta a esos estereotipos y a esa historia única que recae sobre ella por su fenotipo y su origen. Entonces empiezan a imponérsele una serie de determinaciones: “Tú serás”, “tú pareces”, “tú eres”. Me parece una historia hermosa porque al final ella se impone a todo eso gracias a encontrar sus referentes y su posición en el mundo. Es también audiocuento, con siete canciones originales, lo ilustra Lydia Mba y lo narra la cantante y actriz Astrid Jones.

Háblame de los otros proyectos o actividades que realizáis.
Antes del Covid estábamos haciendo talleres con peques trabajando la diversidad desde edades tempranas, utilizando el cuento africano adaptado junto con juegos y otro tipo de dinámicas para introducir en edades tempranas la diversidad: lenguas, comidas…

Ahora lo que estamos haciendo es ofrecer seminarios online dirigidos a profesionales del sector social y a docentes que tienen como objetivo principal ofrecer un marco metodológico diferente, con recursos creados desde la propia comunidad afrodescendiente, para romper esa visión sesgada de la historia única.

En este año que viene, estoy trabajando con una docente de Murcia para poder hacer estos seminarios por materia, para hacer esta formación a formadores y ofrecer ejemplos de trabajo de manera que los docentes puedan, según su área de trabajo, romper con ese único relato y trabajar la educación en la diversidad.

¿Por qué estudiaste Ingeniería de Telecomunicaciones y por qué emprendes este proyecto?
Me encantaban las Letras y me encantaban las Ciencias, escribía mucho y quería ser escritora, pero estudié Ingeniería de Telecomunicaciones porque pensé que era algo que no iba a ser capaz de aprender por mí misma. Me parecía algo tan mágico el hecho de poder hablar por teléfono o navegar por Internet, que pensé que, si no me lo explicaba alguien, no iba a ser capaz de entenderlo por mí misma.

Lo que sí que tenía claro es que, estudiara lo que estudiara, mi objetivo era mejorar la vida de las personas. Utilizar la tecnología para mejorar la vida de las personas. En cuanto acabé la carrera me fui a Madrid, contacté con una Fundación que forma parte de Ingenieros sin Fronteras, y que trabaja con las tecnologías en el sector médico en zonas rurales aisladas.

Me defino también como una ingeniera multidisciplinar, porque la tecnología me encanta y quiero seguir dedicándome a ella, pero me gusta también el ámbito de la educación y el de lo social. Potopoto es un proyecto que combino con mi trabajo como ingeniera.

Hablemos ahora un poco de la comunidad africana y afrodescendiente en Murcia, ¿cuál es la situación que se da allí?
En esta parte de activismo, la que más conoce ya sabes que es mi hermana, Belinda Ntutumu, co-fundadora de Afromurcia en movimiento. Pero, vamos, en Murcia y en España en general la situación es lamentable. Como dice mi hermana, la situación de las personas afro y racializadas cada vez se hace más insostenible en nuestra región.

Es penoso observar cómo, durante casi ya 30 años, el gobierno saliente ha utilizado sus políticas sociales, educativas, laborales y de “integración” con total impunidad, arrinconando así a una población también murciana, con raíces afro o racializadas.

Las políticas sociales que están para defendernos y protegernos se delegan en las organizaciones no gubernamentales, derivando a éstas gran parte del dinero que se debería distribuir en los servicios sociales murcianos. Alimentando, de esta manera, a un grupo de organizaciones que viven directamente de las ayudas a personas menos favorecidas y cuyos planes educativos, sociales y laborales no se ajustan a las necesidades reales de las personas afro y racializadas.

Es urgente abrir una etapa de discusión con las instituciones sociales murcianas y que las políticas enfrenten realmente las problemáticas raciales de nuestra región.

Formas parte de CNAAE Murcia, ¿te parece importante la presencia de CNAAE en Murcia?
Me parece fundamental por lo que hablábamos antes, la cantidad de población migrante y desprotegida de sus derechos más fundamentales que hay aquí. Luego también hay población afrodescendiente, porque al final los hijos e hijas de esa población migrante nacen aquí. Dentro de CNAAE Murcia nos gustaría focalizar nuestro trabajo en mujeres migrantes, niñas, niños y jóvenes afrodescendientes. Estamos intentando contactar con algunos de esos grupos poblacionales y trabajar con ellos.

Este artículo fue originalmente publicado en elsaltodiario.com

CGT Enseñanza Aragón

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