CGT Riders hace un llamamiento a la unión y la lucha contra la precariedad
CGT Riders hace un llamamiento a la unión y la lucha contra la precariedad del sector de reparto a domicilio
El servicio de delivery a través de plataformas digitales ha crecido mucho en los últimos tiempos. Solo en Zaragoza este sector engloba a Uber Eats, Just Eat, Flovit, Glovo, Stuart y Deliveroo, dice adiós el próximo 29 de noviembre. Esto significa que somos cientas quienes trabajamos en esta actividad en la ciudad, quizá incluso miles, porque la cifra total es hoy incierta, entre otras cosas, porque no existe un espacio común donde se pueda poner nombre a nuestra condición de trabajadoras.
Como repartidoras de plataforma, hemos padecido muchas transformaciones en este sector que han modificado nuestra situación laboral. Transformaciones que han sido motivadas por decisiones desde los sectores empresariales y privilegiados y que en cuyo caso, ha demostrado la experiencia, no han tenido en cuenta nuestras necesidades, nuestras demandas ni nuestra opinión como riders.
La Ley Rider ha cambiado nuestra forma de trabajar, sin embargo, hemos observado como principales afectados de ésta, un empeoramiento generalizado de nuestra situación laboral como autónomas y ahora, como trabajadoras asalariadas.
Como autónomas, hemos visto una reducción de las tarifas base y en definitiva de nuestro salario. De hecho, ya nadie habla de los multiplicadores que surgen, según Glovo, para aumentar nuestras ganancias y compensar la reducción del subtotal. Éstos han demostrado ser una farsa que solo funciona con el valor mínimo (1.0), manteniendo el precio a la baja de nuestros pedidos. Una subasta a precio mínimo que se trata de camuflar con bonus más altos, que en realidad responden a una mayor demanda del servicio de la clientela a la llegada de un clima más frío y no para beneficiarnos a nosotras, ya que finalmente resultan insuficientes.
A esto se suma la suerte de desamparo que sufrimos saliendo a trabajar sin garantías de recibir los pedidos en un tiempo que compense económicamente nuestra actividad con cada pedido, flexibilizando nuestras jornadas laborales hasta límites indignos para poder revertir las pérdidas por errores de la app de courier y restaurantes y bonus de miseria, sobre todo entre semana y en horario matinal. Por no hablar de la inseguridad en nuestro trabajo, que creemos no es compensada con un seguro por accidente y baja laboral digno, entre otras.
Cómo trabajadoras contratadas creemos que no tenemos un salario digno y que nuestras condiciones laborales son deplorables. Se nos demandan rutas y una lista diaria de pedidos excesivas, que no tienen en cuenta la lógica de proximidad ni tampoco la vida útil de nuestros medios de transporte, recorriendo muchos días la ciudad de punta a punta por apenas siete euros la hora. Se nos provee material de trabajo insuficiente o poco adecuado para las circunstancias en que trabajamos, en caso de que la empresa no se lave las manos en este sentido.
Nuestra situación como asalariadas es muy precaria, hemos sido contratadas por ETT’s en jornadas parciales con un salario muy bajo que no compensa la inseguridad, la intensidad y el esfuerzo físico de nuestro trabajo. En algunos casos, hemos advertido incluso nuestra cesión ilegal como trabajadoras por Uber Eats.
Además, todas sufrimos diariamente el trato discriminatorio desde los establecimientos y restaurantes, de las y los clientes y de la ciudadanía en general, que muchas veces se mezcla con cuestiones de racismo, aporofobia, machismo e incluso homofobia.
Por todo ello y más, hemos decidido que es hora de que nos unamos y organicemos para luchar contra las prácticas de precariedad, inestabilidad y pobreza y digamos NO a los abusos y la miseria del sector.